El piercing y el peligro de los diastemas

El piercing de lengua puede provocar huecos entre los dientes, según indica un estudio de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) divulgado en la publicación Journal of Clinical Orthodontics. Según este análisis, dirigido por el doctor Sawsan Tabbaa, profesor asistente de Ortodoncia en la Escuela de Odontología de la citada universidad, los individuos que se han hecho un piercing de lengua se arriesgan a desarrollar diastemas en los incisivos superiores, como consecuencia de juguetear con el piercing.

Además de requerir posiblemente alguna intervención de tipo estético, los portadores de estos objetos pueden incubar infecciones, señala el estudio.
Los expertos consideran que es bastante probable que las personas que recurren a este tipo de piercing empujen la bola de metal contra los dientes como hábito repetitivo.

El doctor Sawsan Tabbaa detalla como ejemplo el caso de una mujer de 26 años que no tenía los dientes separados antes de recurrir a un piercing. Sin embargo, se le creó una brecha entre los dientes incisivos superiores en el curso de los siete años, dado que la barra de metal del piercing empujaba contra los dientes y se metía entre los mismos. Según este investigador, “el piercing permanece siempre en su lugar porque la lengua tiene tantos vasos capilares que sacárselo podría producir el cierre de la perforación, de modo que tiene mucho sentido pensar que empujarlo constantemente contra los dientes, día a día y sin pausa, produzca una separación de las piezas dentales”.

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